No son sólo retratos sino que se trata de algo más viviente. Veremos al cannabis ser leído en la cultura social del momento en que todavía fluctuaba entre la necia prohibición y la propagación informativa.
La difamación de la planta de cannabis comenzó a partir de los años 1930 con epicentro en los Estados Unidos, un poco devenida con la receta de la prohibición, primero con el alcohol y después hacia el cannabis.
Uno de los puntos de censura más álgidos fue cuando, en 1937, la campaña anticannabis logra que el Congreso de los Estados Unidos prohibiera la planta, catalogándola como hierba peligrosa, documento redactado y firmado por el funcionario a cargo de la Oficina Federal de Narcóticos, Harry Anslinger y quien se apoyó en el médico y abogado de la Asociación Médica de EEUU, Dr. William Woodward.
Pero este hecho netamente político, trasciende las barreras para volcarse a la cultura cotidiana. Donde la principal trama se irá tejiendo en torno al cannabis y su desenvolvimiento en la sociedad.
Es así, que en complicidad de las grandes cinematográficas mediante el reciente código HAYS, que básicamente dictaba las normas de qué se mostraba y qué no en una pantalla, es decir, regía con reglas de lo que era considerado moralmente aceptable.

Entonces, nace Assassin of Youth (Elmer Clifton, Estados Unidos, 1938), película que advertía y mostraba que ocurría si hacías uso del cannabis, o marihuana término que se empezaba a utilizar, una descripción vulgar y con desaire. Al fin, Assassin of Youth cuenta la historia de una estudiante que se involucra con un grupo de fumadores de marihuana y comienza un melodramático trayecto hacia la ruina y perdición.
La película tuvo se estreno en Argentina con un auténtico poster nacional fiel a la trama que sugería. Este film, que se presentó en el país con el título La Droga Diabólica, fue predecesora y material inspirativo para realizar un largometraje en cuestión que proyectaba una especie de línea o eco acerca de qué sucedida al probar y consumir la hierba.
La película en cuestión fue llamada -ni más ni menos- Marihuana (León Klimovsky, Argentina, 1950) que se centraba en la desesperación de un cirujano quién se introduce en el mundo del narcotráfico para encontrar al asesino de su esposa, que era adicta a la marihuana. Aunque, él también se verá tentado de consumir drogas.
El audiovisual, además, tuvo una adaptación a medio gráfico, adecuándose a formato historieta o cómics. Una versión libre de Marihuana pero publicada en la edición nº 202 de la revista Aventuras en la cual se seguía con el argumento y alusión al trágico consumo de la hierba (mal llamada) maldita.

Sin embargo, no todo corría en la negativa y descrédito, si bien había mucha farándula en contra del cannabis, también emergen atisbos de información fehaciente sobre el cultivar.
De esta forma, surgiría una publicación mediática haciendo visible la parte industrial de la planta. Faceta que resultaba ser muy en contradicción para con los intereses que se estaban gestando.
La aparición del cáñamo (término que se le otorga al cannabis por uso productivo e industrial) en la edición nº 788 de la revista Anteojito, renombrado y popular medio educativo infantil.

En el año 1980, en que se publicó el artículo, ya estaba haciendo estragos la estrategia de “Guerra contra las Drogas” impulsada en 1971 en EEUU por el gobierno de Richard Nixon.
Se ponía en marcha una maquinaria burocrática y propagandística para combatir sustancias prohibidas, como al cannabis. En donde sólo se enfatizó a la planta como droga y que no tenía ningún aporte beneficioso ni para el ser ni para el planeta, información totalmente falsa y errónea, y que durante los años posteriores se encargaron de desmentir y reivindicar.
Conclusión
Se dice que nadie resiste al archivo, y en este caso, vimos registros en donde se muestra como al mismísimo demonio a la planta de cannabis, cuestión que hoy día todo aquello que se exponía resultaba ser totalmente incierto y hasta patético.
Por suerte existían esos datos en los medios comunicativos para saber y entender más acerca del cannabis. En definitiva, esto sirve para contrastar con material actualizado y poder así visualizar las equivocaciones (algunas adrede) que teníamos alrededor de la planta milenaria.
Nota escrita por Germán Pereira.