El martes por la tarde, la comisión de Agricultura y Ganadería tratará la iniciativa que busca establecer un marco regulatorio para el desarrollo del cáñamo y del cannabis medicinal.
La cámara de Diputados de la Nación comenzará a tratar este martes el proyecto de ley de industrialización del cannabis medicinal. La iniciativa, que ya recibió media sanción en el Senado, busca crear un marco regulatorio para el desarrollo del cannabis y del cáñamo. El debate empezará por la tarde en la comisión de Agricultura y Ganadería, donde se argumentará sobre el articulado y objetivos de la norma.
La propuesta tiene el objetivo principal de regular la cadena de producción, industrialización y comercialización del cannabis en su uso medicinal, así como promover la investigación científica en la materia y otorgar un marco normativo para la producción del cáñamo. Además, el gobierno nacional espera que la iniciativa logre dar un impulso a la economía interna y al desarrollo productivo del sector.

La discusión continuará el miércoles por el mediodía en la comisión de Presupuesto y Hacienda y luego en Diputados, para ser votado y podría convertirse en ley tras su aprobación en la cámara alta. En sus redes sociales, la diputada Mara Brower, quien presentó el primer proyecto, aseguró que conseguirá la promulgación tras el paso por comisiones. “Es una ley por la cual luchamos mucho, que tiene amplio consenso. En la próxima sesión va a ser ley”, alentó la legisladora.
La aprobación en el Senado
Luego de que el Ejecutivo presentara la propuesta, su paso por el Congreso se retrasó debido a las elecciones legislativas que se realizaron en septiembre y noviembre. Terminados los comicios, el oficialismo procurará consumar de una vez la promulgación del proyecto antes del 10 de diciembre próximo, cuando la renovación de bancas en el Congreso ajuste los números en contra del Frente de Todos.

La iniciativa recibió media sanción el 15 de julio, cuando el quórum de 56 senadores se impuso a los 5 votos negativos. La sesión contó con 10 ausentes y una abstención. El proyecto fue después girado a Diputados, donde recién ahora será discutido, tras la dilación que acarrearon las elecciones en el calendario legislativo. En un primer momento revisarán su texto y objetivos las comisiones especializadas, que son el paso previo a la argumentación en la cámara.
En oportunidad de su media sanción en el Senado, los votos en contra vinieron de parte de legisladores pertenecientes a diversos bloques. El puñado de sufragios negativos se dividió entre aliados oficialistas y fuerzas de la oposición -el Frente PRO y la Unión Cívica Radical (UCR)-. Sin embargo, la mayoría de integrantes de cada espacio se expresó favorablemente, con el Frente de Todos a la cabeza.
¿De qué se trata el proyecto?
La iniciativa esgrime un doble objetivo. En primer lugar, “establecer un marco legal que autorice las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados”. La propuesta admite “fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica”.
Por otro lado, el segundo objetivo “consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos”. En el texto aclara que el cáñamo tendrá una regulación menos estricta que el cannabis por su bajo contenido en THC y se promoverá el apoyo del estado para el desarrollo de un sector que tiene historia de producción en nuestro país pero se vio censurado por la última dictadura militar.

Asimismo, la iniciativa reglamenta la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame). Este será un actor descentralizado encargado de “reglar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas” con respecto al uso del cannabis en todo el país. El organismo funcionará en torno al ministerio de Desarrollo Productivo, que designará al presidente de la institución, que tendrá cinco miembros. Los demás serán elegidos por carteras relacionadas.
Junto a ello, la propuesta señala el régimen sancionatorio que aplicará en los casos de incumplimiento de la normativa. Las penalizaciones van desde el apercibimiento hasta la total inhabilitación, y varían en plazo. También contempla la multa, la suspensión y la caducidad de autorización para operar.
El objetivo en el corto plazo
A su vez, el oficialismo pretende que la iniciativa tenga un impacto positivo en la economía promoviendo el comercio interno e internacional y volviendo más accesibles a los productos derivados del cannabis para las personas que lo necesitan. Además, la propuesta intenta promover la inversión pública y privada en la industria del cannabis medicinal y en la investigación científica.
El gobierno espera que, de ser aprobado, el nuevo marco regulatorio para la industrialización genere miles de puestos de trabajo. En ese sentido, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas expresó desde el Senado: “Los cálculos conservadores indican que de aquí a 2025 se crearán diez mil nuevos empleos. En un escenario cercano plantea 500 millones de dólares por ventas al mercado interno y 50 millones de exportaciones”.
Por su parte, la diputada Brawer mencionó su expectativa para la aprobación en la cámara baja. “Así, la Argentina incorpora una nueva industria sustentable. Una industria que genera huella de carbono negativo, que va a generar divisas y empleos”, mencionó. Y concluyó: “Estamos esperando con mucho entusiasmo el debate, y deseando que sea ley”.
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