
El pasado lunes 30 de agosto la Asamblea Nacional de Panamá aprobó el proyecto de ley número 153 que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados. El proyecto, impulsado por el presidente de la Asamblea unicameral y diputado oficialista, Crispiano Adames, fue aprobado con 44 votos a favor y ninguno en contra.
Cinco años y tres debates después, solo resta que el presidente Laurentino Cortizo promulgue la ley y sea publicada en el boletín oficial para su posterior entrada en vigor, convirtiendo a Panamá en el primer país centroamericano en crear el marco regulatorio para la marihuana con fines medicinales. «Esa medida viene a ayudar a cientos de panameños que hasta el momento se las ha imposibilitado poder adquirir ese medicamento en Panamá», afirmó durante el pleno el diputado oficialista, Leandro Ávila.
La ley autorizará en Panamá la importación, exportación, cultivo, producción y comercialización de la planta y sus derivados a través de una serie de licencias otorgadas por el Estado.
De acuerdo a la legislación, el organismo encargado de dar las licencias de fabricación de productos a base de cannabis será el Ministerio de Salud, a su vez podrán ser autorizadas hasta siete licencias con el fin de realizar el correcto monitoreo del mercado interno. En caso de que se quiera exportar productos y derivados del cannabis se deberá realizar el trámite ante el Ministerio de Seguridad.
Por otro lado, la ley permitirá la importación de derivados del cannabis medicinal sólo para cubrir a los pacientes que estén en el Programa de Uso de Cannabis y el mercado nacional siendo las farmacéuticas o empresas especializadas en servicios terapéuticos quienes podrán adquirirlo y comercializarlo, por ende, seguirá prohibida la comercialización de productos derivados de cannabis medicinal a domicilio o por internet dentro del país centroamericano.
Además, la ley autoriza al Ministerio de Salud a crear el Programa Nacional para el Estudio y Uso Medicinal del Cannabis y sus Derivados, con el fin de promover la investigación e iniciativas educativas para el correcto uso de la planta en todo el territorio panameño.