La Corte Suprema del país vecino, en un fallo histórico, logró mayoría para que se deje de criminalizar la tenencia de cannabis para uso personal.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil dio un paso importante este martes hacia la despenalización de la posesión del cannabis para uso personal. De aprobarse, Brasil se uniría a otros países de Latinoamérica que ya han tomado esta medida y podría reducir significativamente su alta población carcelaria.
El juez José Antonio Dias Toffoli expresó su apoyo a la despenalización, uniéndose a otros cinco jueces que han votado de la misma manera desde que comenzaron las deliberaciones en 2015.
Esto establece una mayoría en el tribunal de 11 miembros. Los dos jueces restantes deberán emitir su voto antes de que el fallo sea definitivo, y se espera que lo hagan pronto.
Los jueces también deben decidir la cantidad máxima de cannabis que se considerará para uso personal y determinar cuándo entrará en vigor la nueva normativa.
Todavía no se sabe cuánto tiempo tomarán estas decisiones. Por su parte, la jueza Rosa Weber señaló en agosto que se había suspendido la consideración de más de 7,700 casos similares en tribunales menores a la espera de la decisión del tribunal supremo.
En su voto, Toffoli adoptó una postura intermedia entre el apoyo y la oposición a la despenalización. Al inicio de la sesión del martes, aclaró que su voto debía ser interpretado como favorable.
“Ya hay seis votos, incluido el mío, a favor de la despenalización. Pero no puedo dejar de advertir que esto no resuelve el problema del tráfico de drogas”, señaló el juez.
Todos los jueces que han votado a favor han especificado que la despenalización debe limitarse a la posesión de cannabis en cantidades adecuadas para el uso personal. Es decir que la venta de drogas seguirá siendo ilegal.
Contexto
En 2006, el Congreso de Brasil aprobó una ley que buscaba penalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas, incluida el cannabis, con castigos alternativos como el servicio comunitario.
Sin embargo, expertos señalan que esta ley es demasiado ambigua y no establece una cantidad específica que ayude a las fuerzas del orden y a los jueces a diferenciar entre el uso personal y el tráfico de drogas.
De esa manera, la policía continuó arrestando a personas que llevaban pequeñas cantidades de drogas, acusándolas de tráfico, lo que ha contribuido al aumento de la población carcelaria de Brasil.
La presidenta del Instituto Igarapé, centro de investigación enfocado en la seguridad pública, Ilona Szabó, afirmó que la mayoría de las personas en prisión preventiva y condenadas por tráfico de drogas en Brasil son infractores primerizos.
“Llevaban pequeñas cantidades de sustancias ilícitas y fueron capturados en operaciones policiales rutinarias, sin armas y sin pruebas de vínculos con el crimen organizado”, detalló Szabó.
Con información de AP.