Se tratan de 3 variedades de cáñamo industrial provenientes de Francia. Se espera que sean cultivadas en el mes de agosto.
Gustavo Demian Álvarez, Ingeniero Ambiental egresado de la Escuela de Ciencias de la University Of Central Florida – EEUU y Técnico Agrónomo oriundo de la provincia de Córdoba, inició el proceso de importación por medio del INASE y otros organismos para llevar adelante un proyecto de investigación y cultivo de la planta de cáñamo para uso industrial.
Álvarez explicó que el proceso que lleva el cáñamo para uso industrial es distinto al que se realiza para uso medicinal. Además indicó que en primera instancia se llevarán a cabo los ensayos clínicos sobre las plantas para poder identificarlas.
Gustavo afirmó que la solicitud y posterior aprobación de importación de las semillas se da en el marco del proyecto de Innovación Científico y Productiva “OASIS CANNÁBICO” de Traslasierra, Villa Dolores, Córdoba.
La iniciativa se llevará a cabo junto a Asociación Civil, Comisión de DDHH Por la Memoria, La Verdad y La Justicia de Traslasierra y Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Nacional de Río Cuarto.
Sobre la legislación con respecto al cáñamo industrial en el país, el Ingeniero ambiental aseguró que no es clara hasta el momento y la única manera de realizar los trabajos de fitomejoramiento (identificación) de la planta es importando semillas.
“Se necesita una buena cantidad de semillas para el fitomejoramiento, yo saqué permiso de importación para 3 variedades”, señaló Gustavo. “Una de fibra larga, una de granos y otra de doble propósito, de grano y fibra”, detalló.
Álvarez indicó que la planta de cannabis no se puede “transgenizar” y se precisan de semillas originarias o híbridos, estas últimas corresponden a plantas con cruzamientos naturales de una variedad a otra para la adaptación del lugar.
El Técnico Agrónomo detalló que para ingresar las variedades al país, en este caso provenientes de Francia, es necesario que tengan un registro fitosanitario de origen. “Que no tenga contaminantes para evitar que ingrese al país algún tipo de parásito o enfermedad”, señaló.
Álvarez adelantó que cultivará un total de 3 hectáreas y destinará una para cada una de las variedades. “Voy a poder hacer el fitomejoramiento y toda la caracterización de la planta”, aseguró.
“Con la fibra que me quede de la producción vamos hacer, como parte del proyecto de investigación, el procesamiento para obtener materiales de construcción”, señaló e indicó que los granos se destinarán a la producción de alimentos.
Gustavo recordó que la fibra y el grano del cáñamo industrial tienen cerca de 25 mil usos distintos. “En base a cual sea el destino de tu producción es lo que vas a decidir sembrar”, afirmó.
Sobre la presentación oficial de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) el pasado miércoles, Gustavo aseguró que se podrán registrar las semillas de cáñamo industrial en Argentina y comercializarlas.
“La idea es que el productor que quiera producir cáñamo industrial pueda hacerlo”, aseguró e indicó que hasta el momento no hay ningún registro de semilla de cáñamo para producción ni para inscripción. “El primer certificado de importación que otorgó INASE fue el mío”, agregó.
La aprobación de la solicitud se realizó a principios de diciembre del año pasado, tal como lo confirma el documento del organismo al que tuvo acceso este medio, y, según confirmó Álvarez, luego de él otras dos empresas iniciaron el proceso de importación de semillas.
Por su parte, la abogada y presidenta de Proyecto Cáñamo, Diana Barreneche, señaló que se trata de algo «súper positivo» el hecho de que ingresen semillas de cáñamo industrial.
«Nos va a permitir como pais empezar a adaptar las diferentes variedades para los diferentes propósitos a la heterogeneidad geográfica y climatica de nuestros territorio», aseguró e indicó que si bien las primeras estarán en Córdoba, «esperamos que pronto diferentes proyectos puedan empezar a trabajar con otras variedades de cáñamo».
¿Cuándo y dónde se cultivarán?
El Ingeniero ambiental adelantó que, si bien en pocos meses ya contará con las semillas para cultivar, tendrá que esperar hasta el mes de agosto. “El cáñamo industrial tiene un periodo de crecimiento, siembra y cosecha de entre 100 y 120 días”, señaló e indicó que tiene que estar libre de heladas y otras cuestiones climáticas.
“El cultivo lo voy a hacer en el valle de Traslasierra en Córdoba que me da la posibilidad de hacer 2 cultivos por año”, aseguró Gustavo, ya que las variedades que importará una tiene 95 días de siembra y cosecha, mientras que las otras dos cuentan con un periodo de 100 días.
Proyecto de Innovación Científico y Productiva “OASIS CANNÁBICO”
El objetivo principal del proyecto es proponer una gestión sosteniblemente de la agricultura con la finalidad de “Incrementar la resiliencia climática a partir de la producción de Cannabis Sativa L. para uso industrial y medicinal”.
La iniciativa prevé una duración de 18 meses y tiene como premisa generar un modelo de desarrollo socioeconómico y socioambiental del Valle de Traslasierra, Córdoba, en donde se realizará el cultivo de las variedades de cáñamo industrial.
El proyecto propone realizar un proceso de fitomejoramiento y la posterior inscripción de semillas de cáñamo para uso industrial, generar materiales de construcción y la obtención de distintos productos alimenticios a partir del uso del grano de cáñamo.
También se establecerán dos granjas comunitarias autosustentables para la producción de aceite cannábico medicinal a partir de variedades nacionales registradas en el INASE, “con el fin de poder abastecer los centros médicos municipales del Valle de Traslasierra”.
