La nueva resolución de la agencia que regula la planta en todo el país lo confirmó mediante el Boletín Oficial. Así se generan más dudas sobre que va a suceder con las empresas que ya invirtieron en cannabis medicinal.
La Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), actualmente intervenida por el médico Ignacio Ferrari, estableció modificaciones mediante la Resolución 1/2024 publicada este lunes 21 de octubre en el Boletín Oficial (BO) en donde le da prioridad a todo lo referido al cáñamo industrial y no se nombra al cannabis para uso medicinal.
Se trata del primer movimiento que realiza Ferrari, miembro fundador y presidente de Cannaradix, desde que fue designado como interventor de la Agencia de Cannabis mediante el Decreto 833/2024 el pasado miércoles 18 de septiembre.
La nueva resolución establece el procedimiento para la solicitud y otorgamiento de las licencias para la realización de actividades específicamente vinculadas al cáñamo industrial.
Así, lo que debería ser una autorización simple para ahorrar tiempos administrativos se convierte en una licencia para operar con semillas, grano y/o fibra de cáñamo que contengan menos del 1% de concentración del componente químico tetrahidrocannabinol (THC) a contramano del espíritu original de la Ley 27669 de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
Mientras que en una segunda etapa, la agencia reguladora prevé publicar el reglamento de Producción Agrícola e Industrialización de la flor y biomasa a base de cáñamo industrial.
Por otro lado, la ARICCAME fijó el costo de las licencias industriales, que tendrán una duración de 5 años, en $1.000.000 pesos argentinos. Asimismo, estableció el arancel por la licencia agrícola de manera anual separadas en categorías por cantidad de hectáreas.
La categoría 1 de 0 a 100 hectáreas no tendrá costo, categoría 2 de 101 a 500 hectáreas $500.000 pesos, categoría 3 de 501 a 1000 hectáreas $1.000.000 y categoría 4 de más de 1000 hectáreas $2.000.000 de pesos.
En este contexto, la agencia nacional que se encarga de regular la planta se abstiene de nombrar al cannabis medicinal e indica que las licencias ya otorgadas continuarán vigentes hasta su vencimiento y las que no hayan sido aprobadas deberán adecuarse a la actual resolución, de la misma manera deroga la entrega de autorizaciones para trabajar con cannabis medicinal.
Ante esta situación, la ARICCAME suma dudas en el sector industrial del cannabis medicinal ya que no tiene en cuenta las empresas que ya están trabajando en ese sentido y esperan una respuesta del organismo desde que asumió Javier Milei como presidente en diciembre de 2023.
En tanto, según detalla el documento publicado en el BO, tanto para la licencia agrícola como para la industrial, los montos se ajustarán semestralmente, en los meses de enero y julio, “por el coeficiente que surja de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que suministre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) acumulado del semestre cerrado”.
Esta resolución representa un avance importante para el sector cañamero que traerá consigo el aumento de producción de nuevos productos a base de la planta de cáñamo como son las semillas, que ya se encuentran desde el año pasado dentro del Código Alimentario Argentino (CAA) en la categoría de “semillas comestibles”, como también la harina y el aceite, entre otros derivados.
Estos avances para dicho sector se suman a los iniciados semanas atrás por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) que incluyó formalmente mediante la Resolución 326/2024 a la actividad del cultivo de cáñamo como un sector con características propias. De esta manera, fijó categorías laborales y estableció salarios mínimos. Sin embargo, quienes trabajan con cannabis volvieron a quedar por fuera de esa regularización.