La titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora falleció a los 94 años sosteniendo su reclamo para saber qué hicieron con su hijo Carlos Gustavo Cortiñas durante la última dictadura.
Nora Imra Morales de Cortiñas, emblema de Madres de Plaza de Mayo, falleció este jueves a sus 94 años. Su familia confirmó la información y la dió a conocer mediante un comunicado.
«La familia de Nora Imra Morales de Cortiñas comunica su fallecimiento, en el día de la fecha (jueves), a los 94 años de edad», detalla el documento difundido por su entorno familiar. La referente se encontraba internada desde el 17 de mayo, luego de que se le realizara una cirugía de hernia.
Norita, como le decían cariñosamente, nunca claudicó en su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y siempre se sumó a los diferentes reclamos sociales desde trabajadores por mejores condiciones laborales, manifestaciones por más derechos para las mujeres y hasta el reclamo de los usuarios de cannabis medicinal.
La referente nació en 1930 y el 15 de abril de 1977 su vida cambió por completo, en ese fecha patotas paramilitares que trabajaban para la última dictadura militar secuestraron y desaparecieron a su hijo Gustavo quién en ese momento tenía un hijo.
Gustavo, que estudiaba Ciencias Económicas y militaba en la Juventud Peronista (JP) en la Villa 31 de Capital, nunca más fue visto. Nora falleció sin poder tener ese último encuentro.
Cortiñas se desempeñó como psicóloga social y profesora en la facultad de Ciencias Económicas de la UBA, y el mismo año de la desaparición de su hijo se convirtió en fundadora de Madres de Plaza de Mayo, organización desde donde reclamó justicia por Gustavo y todos los detenidos – desaparecidos de la dictadura.
Su relación con el cannabis
Nora, en un diálogo que mantuvo con Infobae en 2019, contó como la crema de cannabis la ayudó a tratar el dolor en una de sus rodillas y la espalda, también como inició su camino para cultivar la planta.
“Me la empecé a aplicar todos los días, todos los días, y en un tiempo que no te puedo decir exactamente, pero algo más de un mes, entre un mes y dos meses, digamos, de usar la crema, sentí mejoría hasta que se me fue totalmente el dolor”, detalló sobre su experiencia.
El derivado en ese momento se lo acercó un cultivador solidario. Además, Cortiñas expresó su interés en poder conseguir esas cremas a base de cannabis en una farmacia.
“En Uruguay las compré en una feria artesanal, abiertamente, y nadie me dijo que yo era una narcotraficante, ni nadie huía de la Policía, era en un campito al aire libre”, aseguró entonces.
Según indicó, “con cuarenta años de caminar las calles los meñiscos están un poco gastados” y agregó que estaba a favor del aceite también. “En mí no lo probé, pero si yo tuviera una enfermedad y los médicos y medicamentos habituales no me mejoraran, tomaría sin ninguna duda, estoy segura», afirmó.
La planta ayudó a la referente a seguir con sus actividades. “me sacó el dolor, gracias a la planta puedo seguir caminando en las marchas”, señaló entonces y comentó, allá por 2019, que tenía sus primeras plantas.
“Yo las voy a cuidar y después veré qué es lo que yo puedo hacer”, comentó sobre el cultivo y agregó: “No me da miedo que allanen mi casa, no va a pasar”. “Y a lo mejor los que vienen a allanar me dan una clase de cómo cultivar, o a lo mejor se las quieren llevar para tenerlas en sus casas”, bromeó entre risas.
La organización activista Acción Cannábica fueron los encargados de darle las primeras plantas y convertir a Cortiñas en su primera socia y darle la distinción de «honoraria”.
“Despedimos con inmenso dolor a nuestra socia N°1, Nora Morales de Cortiñas. Enviamos nuestras mayores condolencias a todos sus familiares y amigos y extendemos nuestras palabras a toda la comunidad Cannábica”, publicaron desde Acción Cannábica en sus redes sociales. “Todo está guardado en la memoria”, concluyeron.