
La Cámara de Diputados aprobó, por 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones la ley que regula el uso del cannabis con fines lúdicos, médicos, científicos e industriales. De esta manera, se permite la portación de la sustancia en todo el territorio mexicano. Sin embargo, se realizaron algunas modificaciones al proyecto que obtuvo media sanción en el Senado en noviembre del 2020, por tanto volverá al recinto para su revisión y aprobación final.
La iniciativa permite la posesión de hasta 28 gramos de marihuana por persona, autoriza el autocultivo hogareño de 8 plantas como máximo a los mayores de 18 años y prohíbe su consumo en áreas de trabajo y oficinas. La normativa establece también el otorgamiento por parte del Estado de hasta 5 licencias diferentes para controlar las etapas de cultivo, transformación, venta, investigación e importación o exportación del cannabis y sus derivados.
En lo que respecta a la comercialización, el proyecto ordena la venta de cannabis a mayores de edad por parte de personas y empresas en los establecimientos autorizados. Será el Estado quien fije los porcentajes de THC (componente psicoactivo) y CBD (componente medicinal) que estén permitidos para su venta.
En el caso del Cáñamo industrial, se prevé que tenga una regulación distinta a la del cannabis psicoactivo. Esta variedad de la planta tiene bajos niveles de THC y se utiliza para la producción textil, papel de celulosa, combustible ecológico. Además, las semillas de cáñamo son una importante fuente de minerales.
Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en 2018 con la idea de legalizar la marihuana y otras drogas, como un plan de lucha contra el crimen organizado. En ese sentido, la aprobación de la normativa es un hecho histórico en un país asolado por el narcotráfico que, desde 2006, cuando se inició una “guerra” contra las drogas por parte del gobierno del entonces presidente, Felipe Calderón, hasta la actualidad lleva contabilizados 300.000 asesinatos y, según lo revelado por el presidente en base a los datos difundidos por la comisión nacional de investigación en el 2020, son 61.000 los desaparecidos.
«Con esto se deja atrás la falsa apreciación de que el cannabis forma parte de los graves problemas de salud pública en México. La regulación prohibicionista sólo logró agravar el problema y generó aumento del narcotráfico y de las muertes», dijo Simey Olvera, diputada del partido Morena, impulsores del proyecto. “Estamos haciendo historia”, sentenció.
De esta manera, México se convierte en el tercer país del mundo, detrás de Uruguay y Canadá, en legalizar el cannabis para todos sus usos y tendrá la oportunidad de ser el líder en el negocio cannábico mundial por el volumen de su población (126 millones de personas).