
Luego de varias postergaciones, este miércoles la Comisión de Estupefacientes, órgano ejecutivo sobre políticas de drogas de las Naciones Unidas aprobó quitar al cannabis y su resina de la Lista IV de la Convención sobre Drogas de 1961.
Este dictamen significa que se reconoce oficialmente la utilidad médica de esa planta, cuyo consumo recreativo seguirá prohibido en la normativa internacional.
En esa Convención el cannabis estaba clasificado en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se otorga escaso valor médico.Las convenciones de drogas de la ONU son los tres tratados de Naciones Unidas que conforman el marco legal internacional del régimen de control mundial de las drogas. Estos son: la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 –enmendada por el Protocolo de 1972–, el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971 y la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988.
El reconocimiento se hizo esperar, ya que la votación se produjo casi dos años después de un dictamen de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que reconocía la utilidad médica del cannabis y recomendaba su retirada de la Lista IV.
En la carta y el informe que envió a la Comisión de Estupefacientes en febrero de 2019, la OMS también había sugerido cambiar el dronabinol -componente activo del cannabis–, que actualmente está fiscalizado según la convención de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas, a la Lista I, para que esté legislada en la misma categoría que la planta, pero esta recomendación no obtuvo los votos suficientes para llevarse a cabo.
Votos a favor: Unión Europa (menos Hungría) + EE.UU + Canada + Uruguay + Argentina + Colombia + México + Ecuador.
Votos en contra: África + Rusia + China + Pakistán + Brasil