El segundo día del encuentro en San Luis contó con talleres sobre los distintos usos y beneficios del cáñamo.
La Punta San Luis, volvió a ofrecer un cálido clima para los visitantes que se acercaron al segundo día. Se llevaron a cabo distintas conferencias sobre los diversos usos que tiene la planta, entre los que se encuentran la alimentación, el papel y la construcción.
En la previa al inicio de los talleres, Lorena Drewes, en representación del recientemente absorbidos Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, brindó una charla sobre los desafíos regulatorios y productivos de la industria cañamera en Argentina.
El primer taller de Expo Cáñamo llevó adelante una explicación sobre los diferentes beneficios de las comidas, que se pueden encontrar en el interior de las semillas de cáñamo conocido como nuez. Las mismas están libres de colesterol, gluten, sodio y son a su vez las que tienen menos alergénicos.

“La cantidad de nutrientes que tiene en comparación con otras fuentes alimenticias es realmente de las más eficientes que podemos encontrar”, indicó Celeste Ramajo, una de las expositoras, sobre los beneficios del interior de las semillas.
“Beneficia al sistema nervioso, inmunológico, circulatorio, hígados y riñones”, detalló Ramajo y agregó: “Tiene los aminoácidos que no puede generar el cuerpo por sí sólo”.
Según indicó la expositora, sería un elemento fácil de incorporar en las comidas y en productos básicos, si la producción se permitiera en el país. En tanto, la chef Roxana Ojeda, dio recetas a tener en cuenta en la cocina cañamera y recordó los límites existentes por la prohibición de su cultivo.
“Si tuviéramos un cultivo destinado al alimento, tendríamos recetas fáciles y cotidianas que podríamos probar”, señaló Ojeda. “Con la proteína, con las nueces, con harinas, podríamos hacer bizcochuelos y panes”, aseguró.
Para finalizar, las expositoras dieron a conocer las diferentes recetas y ofrecieron a los y las asistentes de la expo, panes y bizcochuelos a base de cáñamo por la chef Ojeda.
El encuentro en San Luis cuenta con el apoyo de distintos organismos nacionales y provinciales que apuestan a la industria cañamera y del cannabis en la provincia norteña.
En la expo, particularmente, recorrieron los diferentes stands, Julián Pérez Pizzarro (INTA Azcasubi) y Federico Labharte (INTA Bordenave), quienes mostraron su sentido apoyo al evento y a la industrialización de la planta en San Luis.
Taller de papel con cáñamo
La organización local Cannabismo mostró cómo fabrican papel de cáñamo a través de los tallos de la planta de cannabis. “Usamos las flores para hacer aceite medicinal y, con el resto de la planta, encontramos una técnica para hacer papel”, explicó Natalia.
Según detalló Nazareno, integrante de Cannabismo, el proceso se lleva a cabo con troncos y tallos que previamente se lavan y, posteriormente, se hierven en una olla con soda cáustica.

“En caso de hacer el papel en su casa, hay que usar guantes, anteojos y todos los métodos de seguridad”, recomendó Nazareno. Al llevar a cabo la demostración, los cultivadores contaron cuál fue su motivación para implementar la técnica.
“De las cosechas nos quedaba mucha materia vegetal”, aseguró Natalia y comentó que conocían los múltiples usos que tenían, pero “no encontrábamos algún método artesanal que pudiéramos implementar”.
Según Natalia, dieron con la técnica para hacer papel y, actualmente, dan talleres informativos para que otras personas puedan darle ese uso. “Con la planta de cáñamo se pueden hacer muchas cosas útiles en lo cotidiano, como puede ser el papel”, explicó la expositora y señaló que si se industrializa habría más beneficios.
Taller de Construcción
En el último taller de la jornada, los integrantes de la Asociación Civil Proyecto Cáñamo, Mariano Percivale, Mauro Corigliano, Germán Pereyra y Peñi, dieron detalles sobre los diferentes usos industriales del cáñamo.
Percivale, explicó las diferentes formas de construcción en las que se puede utilizar el cáñamo y aseguró que es mucho más rentable y resistente que otros materiales como el hormigón.

Para demostrar la eficacia del material, llevaron a cabo una prueba ignífuga con cal y chi, y expusieron a fuego un bloque que pudo resistir sin problemas las altas temperaturas.