
El ministerio de Salud aprobó, a través de la resolución 836/2021, el proyecto de la empresa Pampa Hemp y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para la investigación y producción de cannabis medicinal.
Este es el primer acuerdo que firma el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con una empresa privada para avanzar en la investigación de cannabis con fines medicinales tal como lo habilita la ley 27.350, ya que anteriormente había suscripto acuerdos en la provincia de Rio Negro con la asociación sin fines de lucro Ciencia Sativa, Salta, San Juan, entro otras. Además de los convenios con universidades públicas para lo cual también está facultado.
La empresa argentina se concentra en el desarrollo agrotecnológico de producción de cannabis, como materia prima, para vender a la red de laboratorios públicos y privados, que luego continuarán con la cadena productiva para obtener aceite de cannabis.
Pampa Hemp se formó al calor de la ley 27.350 en 2017, de la mano de Pablo Fazio, politólogo y emprendedor, que hace varios años viene impulsando diferentes iniciativas en relación a la industria del cannabis. El año pasado, terminó de consolidar la Cámara Argentina del Cannabis (ARGENCANN), reuniendo empresarios argentinos del sector. Aún sin un papel determinante pero sin dudas tendrá un rol clave en el futuro de la industria nacional.
La empresa tiene como presidente y coordinador técnico a Sebastián Tedesco quien es emprendedor, diseñador industrial (UBA), e investigador (IIAC-UNTREF) y además cannabicultor con más de 20 años de experiencia.
“Estamos muy felices, es algo que veníamos esperando con ansias desde que se aprobó el convenio de vinculación tecnológica con el INTA. Lo habíamos presentado en el Ministerio de Salud a la espera de la aprobación final para el cultivo. Se demoró un poco por los cambios de autoridades que hubo en el Ministerio de Salud, ya que los nuevos funcionarios, directores y demás que tenían que firmar no tenían sus designaciones oficiales”, sostuvo el empresario en una entrevista con Cannabica Argentina.
La locación será en la Estación Experimental de Pergamino, provincia de Buenos Aires, que actualmente dispone de 748 hectáreas, con edificios, laboratorios, invernáculos y 15 agencias de Desarrollo Rural.
– Finalmente el ministerio de Seguridad no va a intervenir para la habilitación del predio ¿Cambia algo de lo que tenían planeado?
“En la antigua reglamentación de la ley 27.350 era un requisito la intervención y con la nueva reglamentación se sacó. De todas formas, a nosotros no nos cambia nada eso. Vamos a implementar lo mismo que teníamos pensado en materia de seguridad que nos pedía el ministerio de Seguridad. En términos operativos, las medidas que tenemos que tomar son las mismas y son requerimientos razonables para un cultivo de cannabis en los que van a intervenir todo tipo de equipamientos”.
Uno de los principales puntos en cuestión, que todavía no fue aclarado desde el ministerio de Salud, y sigue siendo cuestionado por las organizaciones que integran el Consejo Consultivo, es qué genéticas se habilitarán para el cultivo. Si son las que las organizaciones ya trabajan hace más de 10 años, o se importarán nuevas.
– ¿Tienen en mente crear un banco de genéticas?
“Sí, es la idea. Empezar a hacer trabajos de mejoramiento genético. Las genéticas con las que vamos a contar, no están correctamente adaptadas a nuestras condiciones climáticas. Una de las cosas importantes, es la importación de germoplasma (semillas). Por cómo está hecha la ley, en principio, no vamos a poder trabajar con germoplasma nacional porque el INASE no lo tiene registrado. Por lo cual, vamos a iniciar los cultivos con germoplasma importado, que a su vez, va a llevar un tiempo ya que es un proceso burocrático con permisos y autorizaciones. Más allá de que nuestro proyecto va a tener cultivos con algunas variables controladas, nuestra idea es ir buscando las características que más se adapten a las condiciones de producción reales de Argentina, como pueden ser el suelo, el agua, la temperatura, los ciclos de luz, entre otras variables que nos son las mismas que en otras partes del mundo.
– ¿Cuáles son los pasos a seguir ahora?
“Ahora empieza toda una etapa de acondicionamiento de los invernáculos que nos cede el INTA, toda la cuestión de la seguridad con doble cerco perimetral y los equipos correspondientes para garantizar la seguridad En la primera etapa, vamos a hacer la caracterización de las genéticas y no habrá una producción muy grande. Nos vamos a centrar en el trabajo preliminar. Este es un trabajo que lleva tiempo, es necesario la cruza de las genéticas durante varias generaciones hasta lograr la estabilización”, finalizó Sebastián Tedesco, coordinador técnico de Pampa Hemp.
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